Si has de esperar, cámara en ristre, a que las regatas salgan o entren por la bocana del puerto, nada mejor que las vistas desde Cala Cortina, uno de esos rincones increibles de nuestro litoral y a dos pasitos de la ciudad. Si no te esperas a la comida te pierdes un exquisito arroz con bogabante en la terraza del Mares Bravas, pero te puedes pedir una sepia a la plancha y no necesitaras mucho esfuerzo para imaginarte de vacaciones en el mejor de los destinos turísticos, allende los mares. Carpe Diem aquí al lado.
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