Aunque uno sigue cada día más joven, para qué lo vamos a negar, diga lo que diga el calendario, es una evidencia que van pasando los años y los hijos se te hacen adolescentes, sin habernos dado cuenta. Este verano, por primera vez, hemos podido compartir con ellos no sólo conciertos sinfónicos, cine, teatro o ballet: casi igualados bajo los focos y las guitarras eléctricas hemos ido juntos a los conciertos de los HOMBRES G o SERGIO DALMA... Aunque, todo hay que decirlo, los papis saltamos más y quemamos más adrenalina.
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