Los termómetros tiritan de frío y a uno le cuesta más salir del calor de la cama. Aunque contemplar este amanecer sobre un molino de viento del Campo de Cartagena es todo un regalo que te lo hace más llevadero. Qué contraste este día gélido y este cielo como un fuego. Nunca me arrepiento de llevar la cámara siempre colgada. He tomado unas cuantas imágenes que tal vez me inspiren para pintar más "fuegos" de mi serie de Los Cuatros Elementos.
1 comentario:
Preciosas fotos. Me alegro de que dejaras de pensarlo y decidieras ir a ver la nieve, así otros también podemos disfrutar de una pequeña parte de lo que tus ojos vieron.Gracias por compartirlo. Besicos.
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