Mejor aún que sentarse en una terracita del puerto de Cartagena a tomarse una cervecita bien fresca o un mojito mientras ves los barcos venir, es echarse a la mar, salir de este hermoso y protegido puerto, admirar los faros, los castillos, las fortalezas y las baterías y, al atardecer, echar el ancla en una de las calas de esta privilegiada costa mediterránea. Buena singladura y buena oportunidad para fotografiar.
1 comentario:
A veces, cuando visito tu blog, no me salen las palabras, sólo las sensaciones y estas son difíciles de explicar la mayoría de las veces, pero para que lo que muestras no sea un “grito en el vacío” haré el esfuerzo…La música de fondo anima, y mucho. Me quedaré un ratico a escucharla…
Mira, esta vez he decidido quedarme en silencio. Solo mirando, imaginando que estoy ahí, viendo el mar cartagenero. En silencio.
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